
Casa Trama
Esta cocina fue diseñada para integrarse con la arquitectura: ligera, equilibrada y naturalmente fluida. Concebida desde cero como parte de un proyecto de casa completa, abraza las formas suaves, la luz natural y una paleta que habla en tonos silenciosos.
El espacio es sereno sin ser minimalista, tranquilo sin ser vacío. Cada curva y cada textura fueron elegidas para sentirse como parte de un árbol: blanco suave, roble cálido y piedra cremosa fluyen con suavidad a lo largo de la estructura.

Desde el principio, la intención fue integrar la cocina de forma fluida con el resto de la casa. La carpintería alta en roble ancla el espacio con calidez y verticalidad, mientras que los muebles claros y los acabados curvos se disuelven en los muros aplanados.
El proceso brindó libertad creativa para dar forma a cada gesto con intención, fusionando funcionalidad con atmósfera. El resultado es una cocina que no domina, sino que pertenece en silencio.

Curvas suaves definen la silueta: aquí no hay ángulos duros. Los gabinetes de madera pintada se integran con los muros, creando una continuidad visual, mientras que las secciones altas en roble teñido aportan ritmo y estructura.
Una isla de travertino con respaldo a juego introduce movimiento y profundidad natural, sutilmente reflejados en la textura de los muros de concreto en tonos cálidos. La iluminación LED suave proyecta un brillo difuso que realza cada superficie con calidez y precisión.